Poderoso Señor San Jorge,
ejemplo de humildad y justicia,
que de los vicios nos defendiste con tu lanza,
del dragón, del demonio inmundo,
para transportarnos a la Gloria.
Santo de la valentía, protégeme,
cabalga siempre a mi lado,
en los momentos buenos, conmigo,
y en los momentos malos, siempre conmigo,
pues tu valor y fortaleza,
serán un bálsamo para mi,
que curará todas mis aflicciones.
No permitas el triunfo de mis enemigos,
de quienes atenten contra mí,
que yo a nadie daño y a nadie mal deseo.
Por tu inmensa bondad, glorioso mártir,
San Jorge, humilde te pido,
la eficacia de tu intercesión,
y venciendo los peligros,
que me destruyen y acongojan,
logre llegar a feliz puerto
en mis trabajos y fatigas,
y pasar a salvo las zozobras,
las injusticias, la enfermedad y
de la muerte cuando llegue mi hora,
después de la cual te alabaré en la Gloria.
Amén.
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