¡Oh, Gloriosa Santa María!
Hermosura de los ángeles santos,
ayúdame en aquella ora postrimera y espantosa,
cuando mi ánima saliere de mi cuerpo.
Si así sucediera en esta noche,
que seas Tú quien venga a buscarla.
¡Oh, dulce santa María!,
Ábreme las puertas de la gloria perdurable.
¡Oh, Virgen María!,
fuente de piedad y de Cristo,
estrella de la mar,
cámara de la Santísima Trinidad,
alegría de la tierra y los afligidos.
Tu eres, Oh, Santa María,
consolación de los cristianos,
fuente de piedad,
virginidad inmaculada,
reina de todos los ángeles,
reina de misericordia y de virtudes,
templo, palacio, panal,
que eres de alegría.
consolación de los cristianos,
fuente de piedad,
virginidad inmaculada,
reina de todos los ángeles,
reina de misericordia y de virtudes,
templo, palacio, panal,
que eres de alegría.
Los ángeles se alegran ante Ti,
ya muestran, ¡oh! Señora,
muy altas virtudes y mercedes
a tu preciosísimo Hijo Jesucristo,
al cual encomiendo mi ánima
para siempre jamás.
Dame un buen sueño Santa María,
y cuida de mí, esta noche.
Sálvame
¡Oh, santa María!,
sálvame,
loada de todos los cristianos,
y de mí, pecador.
¡Oh, santa María!,
sálvame,
loada de todos los cristianos,
y de mí, pecador.
Amén
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