Señor Jesús,
nuestros ojos te miran con fe
y te contemplan escondido
en el pan de vida.
Contigo queremos andar
el camino de tu evangelio
y de tu misterio pascual.
Tú eres el camino, la verdad y la vida,
Tú nuestra esperanza firme.
Levantamos nuestras manos en oración
y en búsqueda de tu gracia:
haz que nuestros corazones inquietos
te encuentren siempre
también entre los hermanos.
Tú traes la alegría y la vida
para que la tristeza y la muerte
no nos invadan;
Concédenos, Señor,
la salud del cuerpo y del espíritu,
ayúdanos a sobrellevar nuestras penas,
no permitas que decaiga nuestro animo
ante las dificultades y los obstáculos
que encontramos cada día en nuestro camino,
antes bien, protégenos
y abre nuestros caminos
para poder cubrir nuestra necesidades,
y vivir con holgura y bienestar.
Alabarte y bendecirte
por los siglos de los siglos,
será nuestro bien más preciado.
Señor de la Caña,
Danos siempre tu protección.
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