Suenan gloriosas tus palabras,
dan eficacia a tu protección y patrocinio;
que ninguno que ha acudido con confianza
a tu amparo, ha quedado sin que experimente
el feliz logro de sus peticiones;
Santo mío,
con confianza recurro a tus poder;
y te pido una ardiente y fina caridad
para con Dios,
y una fervorosa devoción a ti mismo,
para que imitando tus excelentes virtudes,
merezca tu intercesión y amparo,
y consiga la perfección que me eleve
a las moradas eternas de la gloria,
para dar en tu compañía repetidas gracias
a la Augustísima Trinidad por los dones
con que liberalmente han enriquecido
tu celestial espíritu.
(Se hacen las peticiones de sanacion,
diciendo el nombre de los enfermos
y las enfermedades que padecen)
Amén.
Se rezan tres Padre Nuestro
y tres Ave Marías con gloria,
en reverencia de los atributos,
Médico Anacoreta y Mártir,
que Dios nuestro Señor concedió a San Cirio
y se termina con una salve
a Nuestra Señora la Virgen María.
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