Santa María, Señora de Lourdes,
mi corazón y todo mi ser,
te aman y te alaban
por tu pureza, bondad y misericordia.
Quiero tenerte presente
siempre en todos los momentos de mi vida,
en los buenos y en las dificultades,
en mis sueños e ilusiones,
en los momentos duros,
especialmente cuando sufra,
cuando esté desolado y triste.
En presencia tuya quiero vivir
llevando conmigo a tu Hijo Jesús.
Santa María de Lourdes,
Señora del corazón profundo y silencioso,
quiero que me ayudes en mi camino,
especialmente con el cuidado de mi hijo,
que es rebelde y problemático,
y no atiende a razones en su educación
frecuenta malas compañías que le desvían
de la senda del bien y la honestidad
y le vuelven agresivo y violento,
discutiendo continuamente con su familia,
que tememos haya caído en malos vicios.
Santa Madre mía,
tu que formaste una Familia Sagrada,
unida y llena de amor,
préstame tu ayuda y tu influencia
para poder regresar a mi hijo
al camino del bien y del amor,
no dejes que la maldad haga nido en su corazón,
que se corrompa, que acabe por ser un delincuente,
ablanda su corazón, dale cordura a su mente,
que permita ser guiado por su familia,
y que podamos sacarlo de malos ambientes.
Enséñame a abrir su corazón a la bondad,
a su proyecto de vida junto a la familia,
Abre su corazón joven a las personas,
que le amamos y velamos por su bienestar.
Abre su vida al compromiso
y comunión con la Iglesia de Jesús.
Despierta su corazón, Madre buena,
y siembra en el las semillas del bien,
tu sabes sobradamente que yo sabré agradecerte
el favor prestado, del que depende
una vida joven y llena de esperanzas
en su paso por la tierra.
Cuento contigo.
Que tu amor de madre, que tu bondad,
se hagan presentes en esta mi suplica.
Amén
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