Oh! soberano y poderoso,
Negro Felipe,
glorioso líder,
protector de Venezuela,
deja que tu mano me proteja y permite
que tu misericordia caiga sobre mí,
ante todas las dificultades que me afligen.
Mi alma está aturdida y dolida
porque que el mal del adversario
me sobrecoge y abruma,
me causa dolor y pesar,
y me perjudica en mi vida,
especialmente los malos comentarios
que de mi persona se hacen,
siendo estos infundados y maliciosos.
Es por eso que hoy,
recurro a ti,
hombre justo e integro,
y reclamo tu atención y ayuda.
Hazme justicia, negro Felipe,
y pon en el lugar que corresponde,
a quienes me ofenden,
me difaman y calumnian,
causándome graves perjuicios.
Apiádate de mí, oh Soberano,
y que tu mano poderosa,
haga justicia en mi persona,
y haga valer mis derechos,
restituyendo mi honor
ante todas las personas
ante las que he sido
agredido verbalmente.
No dejes que mi alma
vea los oscuros rostros
de los malos espíritus,
protégeme ante la adversidad,
ayúdame a cubrir mis necesidades diarias
y a mantenerme sano de cuerpo y alma.
Glorificaré por siempre
tu Santo nombre y tu alma bondadosa
y no sufriré porque tu mano
me sostendrá para no caer,
permanece junto a mí y ante mí
como salvador y mediador,
de estos tormentos corporales
de los que injustamente
estoy siendo víctima.
Porque eres bendito
por los siglos de los siglos.
Amén.
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